De este modo, la iniciativa sumó un nuevo despacho favorable con miras a lograr su aprobación definitiva antes de que, el próximo 30 de mayo, venza la suspensión de una ordenanza con la que en el año 2008 se había intentado ponerle límites al uso de este tipo de productos. Aquella norma, que generó un amplio rechazo por parte de los productores de la zona a causa de sus fuertes restricciones, fue dejada sin efecto con la intención de generar una nueva regulación en torno a la cual hubiera un mayor consenso.
Finalmente, el nuevo proyecto elaborado por el Ejecutivo comenzó a ser tratado semanas atrás en el Concejo Deliberante, donde ya obtuvo el visto bueno de la comisión de Medio Ambiente y, ayer, el de la de Promoción y Desarrollo, con el voto favorable de Acción Marplatense y la UCR. La concejal oficialista Débora Marrero subrayó que la nueva propuesta "viene siendo elaborada desde hace mucho tiempo por el Departamento Ejecutivo con la participación de distintos actores involucrados en esta problemática". Según explicó "esta misma modalidad de trabajo es la que está siendo utilizada en el Concejo, donde también están siendo escuchadas las voces de diferentes sectores y organismos técnicos en el marco de un debate que tiene como eje garantizar un equilibrio entre el cuidado del medio ambiente, la salud y la actividad productiva".
Entre sus principales disposiciones, el texto establece la creación del Programa de Desarrollo Rural Sustentable que, en líneas generales, determina criterios para el uso de agroquímicos en los establecimientos productivos del Partido, en consonancia con lo que ya indica una ley provincial. En uno de sus artículos, la iniciativa obliga a quienes realicen actividades agrícolas en campos ubicados a menos de 1.000 metros de distancia de los núcleos urbanos a utilizar únicamente productos de banda verde, expresión con la que son denominados los de menor toxicidad. En el caso de que los productores requieran la aplicación de otra clase de sustancias, esto deberá contar con una autorización especial.
Por otra parte, el texto dispone crear zonas de "amortiguamiento y producción agroecólogica" en los primeros 100 metros contados a partir de los 1.000 más cercanos a la zona urbana, determinando que los establecimientos ubicados allí deberán contar con una barrera artificial o vegetal y tendrán prohibida la aplicación con vientos superiores a los 15 kilómetros por hora.
Además, se propone considerar como zonas de alto riesgo sanitario y ambiental a las ubicadas a menos de 25 metros de escuelas, centros de salud, cursos de agua, campings o villas deportivas, prohibiendo la realización de toda clase de fumigaciones.
En la reunión realizada en la comisión de Promoción y Desarrollo, ayer los concejales observaron junto a funcionarios del área de Planeamiento Urbano la necesidad de considerar de qué manera regular la posibilidad de que surjan nuevas actividades en zonas que, actualmente, son netamente rurales para prevenir así que en el futuro surjan conflictos a raíz de la existencia de diversos usos que podrían condicionar la producción agrícola.
De todos modos, este aspecto del problema no será materia de regulación dentro de la actual ordenanza, sino que podría ser considerado en el marco de disposiciones referidas a los usos del suelo.
Para que el proyecto sobre agroquímicos resulte aprobado de manera definitiva, ahora deberá ser tratado en las comisiones de Legislación y Hacienda, las cuales podrían realizar una reunión conjunta en los próximos días para acelerar su tratamiento. Dentro de la iniciativa se resolvió incluir un artículo demandándole al Ejecutivo que, una vez que la norma sea sancionada, no transcurra un plazo superior a los sesenta días para su reglamentación y puesta en vigencia, contemplando que varias de las disposiciones que están siendo impulsadas tendrán que ser puestas en vigencia de manera gradual.
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