El área seleccionada para desarrollar la primera etapa del proceso de contenerización de residuos en Mar del Plata es la delimitada por las calles Colón, Lavalle, Juan José Paso, Guido, Rawson, Pampa, Necochea y la costa, sumado a 32 manzanas del barrio Centenario y las 40 cuadras que hay en la zona costera ente Formosa y la avenida Constitución.
Se planteará de este modo la contenerización del total de los residuos (reciclables y no reciclables) en las áreas de mayor población, que asimismo resultan algunas ser las que más impacto tiene en épocas de gran afluencia turística.
De esta forma, se prevé la colocación de dos contenedores en cada lado de la calle -uno para residuos húmedos u orgánicos y otro para material recuperable- para permitir que los encargados de edificios y comercios que generan una gran cantidad de residuos no deban cruzar la calle para alcanzar el contenedor en zonas de mucho tránsito.
Así se refleja en el Informe Ambiental Anual de la Dirección General de Gestión Ambiental elevado recientemente al Concejo Deliberante, en cumplimiento de las ordenanzas vigentes en la materia.
El documento presentó las principales acciones llevadas adelante por la cartera que conduce Claudia Baltar y otras áreas de la Comuna vinculadas a la problemática.
Entre éstas, se hizo hincapié en la importancia de avanzar hacia la contenerización para acopiar los residuos generados por los habitantes durante un determinado plazo, comprendido entre la disposición inicial y su recolección.
La consecuencia inmediata es que se reduce “el impacto visual y se resguarda de los animales callejeros y otros agentes que pudiesen generar eventuales roturas de las bolsas, evitando el desparramo de desperdicios en las calles, mejorando la situación sanitaria, minimizando potenciales interferencias al sistema de alcantarillado pluvial, y mejorando la estética de la ciudad”, según determinaron las autoridades.
En este sentido, el proyecto del Municipio se basa en la implementación progresiva de un sistema automatizado de contenedores, conforme a la fisonomía y dinámica de las diferentes áreas de la ciudad. Este desarrollo no sólo apuntará a “mejorar las condiciones sanitarias o estéticas”, sino que también prevé “impactar significativamente en las tasas de reciclado”.
En cuanto a las zonas donde se iniciará el proyecto, el informe hace una salvedad respecto al barrio Centenario, ya que su inclusión obedece a “la necesidad de recolectar sus residuos en contenedores diseñados para tal fin dado que, por la configuración espacial de este complejo habitacional, no puede ingresar el servicio de recolección regular en los corredores interiores”.
Por esto, se dispone de contenedores tipo volquete de 6 metros cúbicos de capacidad ubicados en el perímetro exterior del complejo de edificios, que “no son los más adecuados para recoger residuos domiciliarios”, de acuerdo al texto elaborado por la dirección de Gestión Ambiental.
A esto, agregaron que, bajo el esquema actual, “no se realiza separación en origen ni la recolección diferenciada de los residuos”, por lo que se contempla la instalación de los dos tipos de contenedores, de manera de que estos vecinos también puedan sumarse al programa en cuestión.
Cabe señalar que, entre las metas a cumplir con este plan, se incluye disminuir el impacto que generan las bolsas depositadas en las veredas y calles hasta su recolección; la disposición fuera de horario, antes y después de su recolección; la acumulación de bolsas que se produce en torno a las provenientes del barrido manual y una total desaprensión respecto de la correcta utilización del servicio de recolección. Estos factores se agravan en temporada estival dado por la mayor actividad comercial y la gran afluencia turística que desconoce las costumbres locales en cuanto al tratamiento de los residuos y precisamente a subsanar estos aspectos es que apunta la contenerización.
COMPARACIÓN
El informe ambiental contiene un cuadro comparativo entre la contenerización y el sistema actual de recolección manual, a fin de destacar al primero como el más beneficioso para la comunidad.
Se estableció así que con la utilización de contenedores se disminuye la distribución de los residuos en las calles y también la probabilidad de dispersión de la basura debido a rupturas de las bolsas por diferentes actores.
Además, el sistema cuenta con camiones lavadores que mantienen la higiene de los contenedores y permite disponer las bolsas de residuos generadas en el barrido de las calles.
En tanto, el nuevo mecanismo tendería a aumentar la franja horaria para sacar residuos a la vía pública, mientras que la existencia de dos contenedores para la recolección diferenciada permitirá proteger a los materiales inorgánicos recuperables de diversos agentes que los humedezcan y/o ensucien.
Por otra parte, se busca minimizar la congestión del tránsito causado por el servicio de recolección y eliminar el riesgo de accidentes para los operadores que efectúan la recolección de residuos “de forma considerable”.
Comparativamente, se indicó además que la operación del camión es más fluida, sin la necesidad de intercambiar carriles en su recolección, al tiempo que disminuirá tanto las emisiones de gases de combustión como el gasto del sistema de recolección para el Municipio.
Sobre las cuestiones económicas, vale destacar que según los cálculos de la Comuna, se necesitan 12 millones y medio de dólares para encarar la compra de dos camiones recolectores e igual cantidad de lavadores, más 2630 contenedores grandes y 1700 chicos.
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