Horas después de iniciado el conflicto,sobre el mediodía, llegó a la esquina de la Municipalidad Pablo Moyano, secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, que conduce su padre y repartió críticas para todos lados.
Primero dijo que vino a acompañar a los trabajadores de Transportes 9 de Julio e hizo su análisis de la situación: “Esto es un problema comercial entre la empresa y la Municipalidad, y en el medio hay 600 trabajadores”.
Luego, rodeado de compañeros y medios de prensa, expresó: “Acá los trabajadores no van a continuar con una empresa que no sabemos si se va mañana o se va pasado. Sabemos que tiene una deuda millonaria con la AFIP, que tiene deudas también de aportes previsionales y con la obra social, le debe a medio mundo. Si mañana levanta campamento, ¿qué hacemos nosotros?”, interrogó.
A renglón seguido interrogó a Gustavo Pulti: “Queremos saber qué va a hacer el intendente con esta empresa o con la que venga”. Y notificado de su ausencia indicó: “Yo vine a estar con mis compañeros, si quiere hablar conmigo que me llame, yo me quedo acá”.
Cuando los periodistas le dijeron que se había aprobado en el Concejo Deliberante la prórroga de un año, preguntó a los trabajadores que seguían atentamente sus declaraciones: “¿A ustedes les mostraron algo?”. A coro, le respondieron: “Noooo”. “Todo chamuyo”, lo sintetizó el dirigente gremial.
Cuando planteó que “lo lógico” serían dos años de prórroga -tal como pide la empresa-, este medio le preguntó los motivos: “Acá hay un montón de trámites que se tienen que hacer, convocar a una nueva licitación, redactar el pliego, ver cuántas empresas se van a presentar, quién presenta la mejor oferta. No es de un día para otro”, respondió e hizo hincapié en que se trata del destino de 600 trabajadores. “Acá hay antigüedades de 20 y 25 años, la indemnización son cerca de 200 millones de pesos, ¿quién lo va a pagar?”, esgrimió.
A su vez, el dirigente rechazó una posible municipalización del servicio. “Si Moyano está levantando las banderas para que se libere el impuesto a las ganancias y por mejores condiciones laborales, ¿vamos a apoyar que los trabajadores se municipalicen para que pierdan 3 mil o 4 mil pesos por mes? Es una locura”.
Enseguida, cargó contra el gobierno nacional: “Es parte del plan de ajuste porque se les termina la plata y no saben de dónde sacarla: te la sacan con el impuesto a las ganancias, con la inflación, no pagando las asignaciones familiares. ¿Y hoy cuál es? Rebajar los sueldos a través de municipalizar los servicios”, entendió el dirigente.
“A nosotros no nos preocupa -dijo- qué empresa está o va a venir. El tema es que cumpla con el convenio y la continuidad laboral. Se cansaron de decir que Covelia era de Moyano: se fue de todos lados porque no cumplía, pero la empresa nueva tomó a todo el personal”.
Y cerró con el reclamo concreto: “Que se paguen los sueldos y se garantice la continuidad laboral con una prórroga de dos años”. Sus compañeros camioneros lo aplaudieron.
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