Durante la mañana de este lunes los usuarios del colectivo 573 tuvieron más complicaciones que de costumbre a la hora de viajar: las paradas estaban colmadas de gente y los micros iban repletos. El chofer de uno de los micros explicó a los pasajeros que sólo tres unidades estaban en la calle, a causa de una protesta que impedía la salida de otras unidades. El reclamo era de los vecinos del barrio Autódromo, quienes piden más recorridos nocturnos.
En horas de la mañana, un grupo de vecinos fue hasta una de las cabeceras de la empresa 25 de Mayo, situada en Tripulantes del Fournier al 14.000, para reclamar que los colectivos 571 y 573 ingresen al barrio en horario nocturno, y bloquearon la entrada y salida de las unidades.
Según María Barraza, presidenta de la sociedad de Fomento -quien no participó de la protesta-, a partir de las 20 los micros no dan la vuelta por la calle 29, sino que llegan por la 31 hasta Río de la Plata y pegan la vuelta. “El problema es la inseguridad. Los patrulleros pasan muy de vez en cuando, y esta situación trae inconvenientes, sobre todo a la gente que vive en el fondo del barrio, muchos de los cuales salen a las cuatro de la mañana de sus casas para ir a trabajar al Puerto”, explicó.
Enseguida, la fomentista señaló que para poder ir a sus lugares laborales deben caminar unas veinte cuadras hasta la parada del 593, que baja por la calle 214. El viaje hasta el centro de la ciudad demora unos 45 minutos.
Por su parte, Guillermo Iglesias, director de Movilidad Urbana, indicó que la ordenanza vigente no se infringe: dijo que está estipulado que el último micro ingresa a las 21.30 y el primero sale a las 7.30. “Los vecinos están pidiendo que el colectivo ingrese en horario nocturno. Cuando nos enteramos de esta situación, de inmediato fue hasta el lugar el Jefe del Departamento de Transporte Urbano para escuchar sus necesidades y el bloqueo se levantó enseguida”, explicó el funcionario, quien adelantó que este martes se agendó una reunión entre las partes.
“Constantemente estamos resolviendo estas cuestiones, en relación al recorrido y los horarios de los servicios”, afirmó Iglesias y reparó en que se dan situaciones complejas en relación a la seguridad, como robos y agresiones a los choferes. Ante ello, ejemplificó que en algunos barrios el colectivo debe ingresar con la custodia de un patrullero.
Estas realidades, dijo, son analizadas quincenalmente en reuniones que agrupan a todos los sectores: delegados de UTA, empresarios y el Municipio, a partir del área que dirige y del área de Seguridad, que comanda César Ventimiglia.
Consultado al respecto, Juan Antonio Bilbao, gerente de UTE El Libertador, reparó en que no se trata de “un capricho” de la empresa, sino de un “problema de seguridad”, y pidió que se tomen los recaudos necesarios para solucionar la situación.
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