La situación fue por momentos "intensa" indicaron desde el área de emergencias municipal, pero destacaron que no se habían registrado pedidos de evacuación de familias. De todas formas, el servicio permanecía en estado de alerta, teniendo en cuenta que si bien el pronóstico del tiempo ayer preveía una disminución de la intensidad del viento para la noche, también señalaba que iban a continuar las ráfagas.
Según confirmó el director de Defensa Civil, Alberto Quintana, a media tarde se habían recibido más de 60 reclamos por cables de teléfono cortados, un centenar por cables de electricidad y una veintena por cortes en el servicio de televisión por cable.
Sin dudas uno de los problemas más graves fue la voladura de gran parte del techo del jardín Nº 904 -ver aparte- y un árbol que cayó sobre dos automóviles en Garay al 2300.
Además, como consecuencia de las ráfagas que ingresaron a la Nueva Terminal, se salieron algunas placas del cielo raso en el sector norte del edificio.
En la calle Alice al 5800, en tanto, el viento hizo volar parte de un alero en una propiedad. El lugar estaba en buenas condiciones pero deshabitado, por lo que personal de Defensa Civil estaba intentando contactarse con los propietarios, dado que tuvieron que retirar parte de la estructura que había quedado parcialmente suelta.
"El viento del noroeste nos sorprendió. No es común que sople tan fuerte de ese lado en Mar del Plata y la mayoría de las propiedades están más protegidas de los vientos del sur y del este, que son los más fuertes y los más comunes", indicó Quintana. Junto a sus colaboradores, el referente estuvo desde temprano respondiendo consultas y reclamos. Incluso acudieron a observar la situación en lugares en los que la preocupación terminó siendo una "falsa alarma". Eso ocurrió en un edificio de pleno centro, en el que los vecinos creyeron haber visto chapas volando. Eran bolsas de nylon, pero teniendo en cuenta que en ese edificio hace unos años se cayó un techo sobre una piscina, había que controlar. "Chequeamos la situación del edificio y de los edificios vecinos", aseguró Quintana. "Nosotros tenemos que acudir, verificar la situación y, en caso de ser necesario hacer todo lo correspondiente para evitar que haya más daños del que se ha producido" indicó.
En el caso del árbol que cayó en Garay, era muy añoso y estaba seco. Al caer, afectó a un vehículo de marca Audi, cuyo propietario se encontraba cerca del lugar y sobre un Renault Clío. Afortunadamente, ninguna persona resultó lastimada por este incidente. En ese caso, se observaba que el ejemplar tenía varios orificios horizontales en su tronco. Se trata de un mecanismo que suele utilizarse por personas que quieren deshacerse de árboles de los frentes. Al no tener autorización para hacerlo, recurren a este tipo de medidas para hacer que el árbol se seque y se muera.
Otro árbol cayó en la zona de Tucumán al 4500. También era añoso y estaba seco. Quintana explicó que cuando reciben llamados por árboles caídos "nos acercamos con una cuadrilla a observar la situación. Nosotros lo que hacemos es encintar la zona y acomodar las cosas para evitar que se produzcan mayores inconvenientes. Además, llamamos al área de poda del Emvisur, para que se acerquen con sus herramientas y el camión almejero para despejar la zona. El objetivo es evitar que queden restos en la vía pública para que no haya otro tipo de inconvenientes, por ejemplo, en caso de lluvia".
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