miércoles, 31 de julio de 2013

Desde el Consejo de la Niñez reclaman un parador para chicos en situación de calle.

El proyecto fue presentado hace más de un año ante el Ejecutivo y el Legislativo, pero no hubo avances concretos. La intención es que sea una casa céntrica con puertas abiertas.

“Mi hijo quería sacar a los chicos de la calle y desapareció por eso”, relata María Luisa Corlatti. Ella es Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora y coordina, desde hace un par de años, el Consejo Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niños. Desde ese espacio presentaron un año y medio atrás un proyecto para sacar a los chicos de la calle, que hoy no tienen quién los atienda.

Esta mujer de pelo blanco y ojos claros y tiernos, transita su día de reunión en reunión, con visitas a la cárcel, a los barrios. Este martes a la mañana recibió a El Atlántico en la Casita donde funciona el Consejo, situada en Santa Fe entre Alvarado y Castelli. Está atenta a todos los detalles: el lunes 29 amasó ñoquis para sus compañeros de trabajo, ayer preparó una torta de manzana para reunión del mediodía y en medio de la entrevista atendió a los techistas que el Municipio mandó, después de tanto reclamar por el mal estado de las instalaciones, llenas de humedad.

El Consejo Local se creó a fines del 2009, a partir de la ley 13.298, que instaba a los Municipios a crear este organismo. María Luisa cuenta que la primera coordinadora fue la Hermana Marta y que la antesala de este Consejo fue el Foro Abierto en Defensa de los Derechos de la Niñez y la Juventud, creado por el dirigente de Libres del Sur Juan Pablo Malagutti e integrado por distintos organizaciones y ONGs vinculadas a la temática. En ese entonces las marchas ya llevaban como proclama: “Asignación Universal por Hijo”.

“Yo empecé a trabajar con la Hermana Marta, ella se puede decir que me metió en esto”, dice María Luisa y se ríe. Pero enseguida retoma la seriedad: “La inquietud mía era trabajar. Primero, porque considero que tengo que seguir trabajando, pero además mi hijo quería sacar a los chicos de la calle y desapareció por eso, trabajaba para que los chicos estén contenidos en un lugar”, dijo. De ahí su preocupación central por sacar a los niños y adolescentes de la calle.

El Consejo, aseguró ella, está para “monitorear las políticas públicas que existen, ver qué deficiencias hay y hacerlo notar al Ejecutivo, pero también para presentar proyectos”. Dentro de este organismo funcionan cuatro comisiones: comunicación; abuso y maltrato; responsabilidad penal juvenil, y situación de calle.

La realidad que viven los niños fuera de sus casas, reconoce, “es lo que más nos aflige”. Por eso presentaron hace un año y medio ante el Ejecutivo y el Poder Legislativo local, un proyecto para la instauración de un parador para niños en situación de calle.

“El chico que está en la calle se ha ido de su casa y no quiere volver, sea porque puede ser golpeado, obligado a robar, o cualquier otra razón. Lo ideal es tener un lugar con puertas abiertas, en un lugar céntrico, donde puedan comer algo, se puedan bañar y si quieren puedan dormir”, relató María Luisa.

“Queremos que esos niños sean contenidos por personal capacitado, que puedan hacer algún taller de oficios y volver a la escuela, que atiendan su salud, que puedan revincularse con adultos referentes”, enumeró la coordinadora.

A su lado, Marcela Vallina, secretaria del Consejo, acotó que lo ideal sería poder realizar un trabajo de campo con operadores de calle, “que puedan ir generando la voluntad de ir a dormir un día, de lavarse una ropa, de comer algo calentito”. Para que de esta manera, contempló, “el chico tenga la voluntad de hacerlo y sea verdadera la restitución de derechos”.

La única novedad que obtuvieron fue a través del diario. “Hace dos meses salió una licitación para el alquiler de una casa, según publicaron. Quizás no hubo oferentes, pero no sabemos qué pasó. Porque fuimos con el número de expediente al Municipio, pero nos dijeron que no existía”, relatóMarcela.

Ante la falta de información, la semana pasada se presentó una nota en el Municipio para pedir “que se nos explique cuál va a ser la política pública para los chicos en situación de calle”.

“Ya se nos agotó el tiempo. Si no tenemos una respuesta favorable, vamos a ir más arriba para lograr un espacio de contención para los chicos en situación de calle”, indicó María Luisa.

En este sentido, comentó: “A mi me duele mucho cuando escucho por radio que dicen ‘a los chicos esos los tienen que sacar, los tiene que mandar lejos, poner presos’. Yo a veces me pregunto si alguna de las personas que habla tiene un hijo a quien le ha faltado lo que les falta a estos chicos”.

Y recordó una visita a la cárcel: “Me acuerdo que quise abrazar a un chico y se puso duro, porque no están acostumbrados ni siquiera a un abrazo. Todo contacto con otra persona a lo mejor tiene que ver con la violencia”.

Actualmente, dijeron, no hay política pública destinada a resguardar a niños y adolescentes en situación de calle. “Hoy sólo pueden ser alojado en el (hogar) Arenaza o en el Gayone. Pero si vos llamás al 102 por estos chicos, te dicen que no van, porque ya los conocen, que cuando ven la combi se van, que seguramente tiene que ver con alguna experiencia pasada con la combi. Hoy nadie los va a buscar, y no caben dentro de un dispositivo para mayores”, señaló Marcela. “Eso es lo más urgente”, añadió la coordinadora.

El hijo de María Luisa, Roque Miguel Almirón, cada día, después de trabajar, iba al barrio en La Matanza. Allí habían transformado un galpón en un espacio donde él daba clases de gimnasia y otros compañeros apoyo escolar.

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