miércoles, 10 de julio de 2013

El Concejo tratará la ordenanza para recibir los residuos de Mar Chiquita.

El texto establece las condiciones mediante las cuales el municipio vecino se incorporará al Registro de Grandes Generadores. Abonará un valor de 100 pesos por cada tonelada volcada en el Centro de Disposición Final de Residuos.

El Departamento Ejecutivo presentó ante el Concejo Deliberante el proyecto de ordenanza que contiene el convenio suscripto con Mar Chiquita, por el cual se prevé tratar los residuos domiciliarios provenientes del municipio vecino en el Predio de Disposición Final y la Planta de Separación. El expediente deberá pasar por las comisiones de Medio Ambiente, Legislación y Hacienda antes de su arribo al recinto de sesiones, mientras que el acuerdo ya fue convalidado por el Deliberativo marchiquitense.

Así, Mar Chiquita se incorporará al Registro de Grandes Generadores de Residuos y abonará un canon de 100 pesos por tonelada volcada, tal como lo indica la ordenanza fiscal e impositiva. El pago se hará por adelantado, según las descargas planificadas, la cuales se estiman en 60 toneladas diarias.

El convenio que deberán analizar las diferentes bancadas políticas consta de quince cláusulas y, entre ellas, la que dispone la explotación conjunta de las aguas subterráneas que se encuentran en los límites de ambas jurisdicciones, tal como lo anunció el intendente Gustavo Pulti hace poco más de 10 días.

Uno de los antecedentes más relevantes que se menciona en el texto son los Criterios de Elegibilidad del Proyecto Nacional de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, a partir de los cuales se impulsa la conformación de planes de regionalización para el tratamiento y disposición final de basura, mediante convenios entre municipios aledaños para “extender la cobertura de población beneficiada por las obras financiadas por el programa”.

Además, las autoridades destacaron que el Enosur creó y mantiene un Registro de Grandes Generadores de Residuos, con el objeto de gestionar y controlar la disposición final de lo producido por éstos, además de realizar el cobro por los servicios mencionados y asegurar así “la sustentabilidad económica y ambiental del predio”.

Bajo este precepto, el municipio de Mar Chiquita quedaría encuadrado dentro de la categoría de “Grandes Generadores de RSU” y, por lo tanto, se establece el abono de la tasa fijada para la misma, de acuerdo a lo normado por la ordenanza fiscal e impositiva de 2013.

El registro mencionado alcanza a los establecimientos generadores de más de 20 kilos diarios de residuos de tipo domiciliarios y/o industriales no especiales, quienes pagan al Municipio un monto de 100 pesos por cada 100 kilos.

En una de sus cláusulas, el convenio excluye la descarga tanto de “residuos patógenicos no tratados, residuos especiales, peligrosos, radioactivos”, como también de aquellos que contengan restos de este tipo de residuos y cargamentos de poda.

De acuerdo a una de las condiciones impuestas, en el predio marplatense “sólo se recibirán los residuos de tipo domiciliarios provenientes de la recolección de Mar Chiquita, transportados por camiones debidamente registrados en el Enosur”.

Asimismo, se indica que los residuos industriales asimilables a los domiciliarios, provenientes de actividades comerciales, industriales y/o institucionales generados por el Partido vecino, “deberán contar con la autorización expresa del Municipio de Mar Chiquita” y demás especificidades de las normativas vigentes.

Por este acuerdo, la Comuna que dirige Jorge Paredi adhiere al programa de separación de residuos en origen y deberá establecer un cronograma de retiro de residuos reciclables.

En cuanto al mecanismo de pago, se realizará a través de la compra por adelantado al Enosur del tonelaje a disponer “de acuerdo a las descargas previstas e informadas”. Según se desprende del texto de la norma, se confeccionarán planillas donde conste el tonelaje adquirido y se irán descontando los kilos dispuestos hasta agotarse lo pagado, tras lo cual se deberán adquirir nuevas compras de toneladas.

Vale mencionar que en el mensaje de elevación firmado por el jefe comunal se hace referencia a la existencia de “una comprometida política de los municipios tendiente a garantizar la sustentabilidad ambiental, social y económica para la gestión de los residuos sólidos urbanos”, por lo cual se interpretó que este Convenio de colaboración con Mar Chiquita, “confluirá en redoblar los esfuerzos a favor de tales objetivos”.

Estos términos ya fueron analizados por los concejales del distrito vecino el miércoles pasado, donde la ordenanza resultó aprobada por unanimidad en general y por mayoría en particular. Ahora, harán lo propio los ediles de General Pueyrredon y ante la proximidad de la sesión ordinaria, no estaría descartado un intento de aprobación sobre tablas. De lo contrario, el expediente seguiría los carriles normales de tratamiento por las comisiones de Medio Ambiente, Legislación y Hacienda.

SIN CONSECUENCIAS LEGALES

Uno de los artículos del convenio celebrado entre los municipios de General Pueyrredon y Mar Chiquita, indica que si por alguna razón el Centro de Disposición Final de Residuos se encontrara impedido de recibir el vuelco en forma parcial o total, se podrá interrumpir la recepción hasta que se resuelva cómo subsanar los inconvenientes.

De igual manera, señala que en caso de que esta imposibilidad sea de carácter permanente, se rescindirá el contrato, mientras que se deja en claro que las partes “renuncian expresamente el ejercer cualquier acción judicial”.

Asimismo, el acuerdo tendrá vigencia hasta que los municipios deseen interrumpirlo, para lo cual se deberá notificar con dos meses de anticipación, “sin reclamo de indemnización o compensación alguna”.

ABASTECIMIENTO DE AGUA

En el Concejo Deliberante de Mar Chiquita, si bien el expediente fue aprobado por unanimidad en general, la oposición votó en forma negativa dos artículos en particular.

Se trata de las cláusulas que hacen referencia a la explotación conjunta de las aguas subterráneas, aunque el texto no es tan específico.

Puntualmente, el artículo 13 establece el compromiso de las partes a “estudiar, promover, propiciar y no objetar los emprendimientos destinados al abastecimiento de agua, que respondan a proyectos que cualquiera de ellas requieran realizar en sus respectivas jurisdicciones y que fueran presentados ante las autoridades provinciales y/o nacionales según corresponda”.

De igual modo, la cláusula siguiente deja abierta la posibilidad de que los municipios, en caso de ser necesario, instrumenten “acuerdos complementarios mediante protocolos adiciones”.

El radicalismo marchiquitense se negó a convalidar estos artículos, por lo que en los próximos días se evidenciará la postura del arco opositor local en torno a esta cuestión.

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