Aseguran que el Municipio no asigna los aportes del fondo nacional de educación.

Desde el gremio que nuclea a los docentes dijeron que la Comuna ya recibió alrededor de 10 millones de pesos, un monto que todavía no se replicó ni en mejoras edilicias ni de contenido. Las postales se repiten.

Mientras en muchas escuelas de la ciudad el dictado de clases peligra diariamente como consecuencia de las falencias de infraestructura o los conflictos originados por cuestiones presupuestarias -como el caso de la Nº 2, ubicada en Dorrego al 600 y sin actividad desde este viernes por falta de luz y agua- desde la delegación local del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba) aseguran que el Municipio no asigna “ni un peso” de los aportes que recibe en el marco del Fondo de Financiamiento Educativo.

Las postales se repiten semana tras semana. En algunas oportunidades, se trata de establecimientos educativos periféricos y alejados del casco urbano. En otras, de instituciones situadas en pleno corazón marplatense. De cualquier manera, las situaciones particulares no difieren demasiado: por falencias infraestructurales, problemas con los servicios básicos, falta de mobiliario o inconvenientes salariales, cientos de chicos no pueden asistir a clases, dado el “estado de emergencia” que atraviesa el sistema educativo estatal.

En este contexto, esta semana fue el turno de la Escuela Nº 2 “República del Líbano”, ubicada en Dorrego al 600. De acuerdo a lo informado, desde hace dos semanas, los alrededor de 600 chicos que asisten al establecimiento deben permanecer en el lugar “sin luz ni agua”. Finalmente, y ante la gravedad de la situación, las autoridades decidieron suspender las clases previstas para el viernes y reducir la carga horaria, a partir del lunes.

“Todo se originó por un problema eléctrico, ya que las paredes del edificio estaban electrificadas y, para evitar mayores accidentes, se decidió cortar el suministro de energía y en consecuencia, también dejó de funcionar la bomba de agua”, explicó al respecto el secretario general de Suteba, Gustavo Sánchez Ibánez, ante la consulta de El Atlántico. El docente mencionó que si bien se trata de un caso particular “constantemente se reciben reclamos, porque el estado de la educación pública en estos momentos es deplorable".

Sobre lo mismo, el dirigente consideró que los inconvenientes infraestructurales son un problema grave y más cuando las condiciones climáticas son adversas. “Estamos seguros de que si el tiempo sigue así vamos a recibir más reclamos, porque no están dadas las condiciones ni para aprender ni para enseñar”, sumó, al tiempo que cuestionó la falta de respuestas por parte del Consejo Escolar, por un lado, y el Municipio, por el otro.
“Hay establecimientos sin calefacción, con las ventanas rotas, con la cañería destruida, sin bancos, sin sillas. Estamos hablando de lugares que son de todos, pero parece que a nadie le importa”, entendió el referente gremial, quien se refirió también a las evasivas recibidas por parte del Consejo Escolar en lo que respecta a los planes de obras y de refacción.

Es que, de acuerdo a las palabras de Sánchez Ibáñez, “todo ha quedado en la nada”. “Sigue habiendo escuelas con problemas y las soluciones no llegan. Más allá del compromiso que dicen tomar, a la hora de las respuestas no hay nada y lo que más nos preocupa es que el Municipio, a pesar de ya haber recibido unos 10 millones de pesos en el marco del Fondo de Financiamiento Educativo, no aporta ni participa”, sostuvo.

Enseguida, el secretario general de Suteba ahondó en la cuestión presupuestaria y advirtió que, hasta el momento, la Comuna de General Pueyrredon “ya recibió 10 millones de pesos y no está aportando nada, cuando la situación, en especial en establecimientos provinciales, es grave”.

“Los funcionarios deberían sentarse en la mesa de discusión con nosotros, porque son parte del sistema educativo, no todo depende de la Provincia. Estamos preocupados porque van a llegar 15 millones más ¿y qué se va a hacer con eso?”, se preguntó.

Luego, el dirigente precisó que cuando se les preguntó a los funcionarios por qué no se estaba distribuyendo el dinero, la respuesta con la que se encontraron no fue ni un poco esclarecedora. “Nos dijeron que se había invertido parte de la plata en la organización de la Expo Industria, lo cual nos pareció una locura porque estamos hablando de una partida de suma importancia para la educación”, afirmó.