sábado, 21 de septiembre de 2013

UNMdP: Denuncian mal manejo del presupuesto que afecta a alumnos y docentes.

Los trabajadores realizaron una medida de fuerza por 48 horas. Advierten serias demoras en la cobertura de cargos que quedan libres. “Cuando el trabajo no logra realizarse, el principal perjudicado es el usuario”, aseguran.


El gremio que nuclea a más de 650 de los casi 800 trabajadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata denunció un fuerte “ahogo presupuestario” que afecta desde hace tiempo la prestación de servicios de la Unmdp. En el marco del paro por 48 horas que llevó a cabo APU con “muy alto”acatamiento entre el jueves y el viernes, advirtieron que los llamados a concursos se encuentran“totalmente suspendidos”, lo que derivó en serios retrasos para cubrir cargos que por distintos motivos quedan libres.

Los servicios de la Universidad Nacional de Mar del Plata se vieron resentidos esta semana. La Asociación del Personal de la Unmdp (APU) realizó una medida de fuerza que comenzó el jueves con una movilización al Rectorado y que concluyó este viernes con una recorrida por las distintas unidades académicas.

El “ahogo presupuestario” que denuncia el gremio no responde a una cuestión salarial, sino a la demora para cubrir cargos y la “reticencia” de las autoridades de la Universidad para contratar a nuevos trabajadores.

El secretario de prensa de APU, Ignacio Barral, advirtió que “hay muchas unidades académicas en las que no se reemplaza el personal” en casos de licencia, jubilaciones o fallecimientos.

Las consecuencias de estas demoras recaen directamente sobre los alumnos y docentes. “Como en todo ámbito, cuando el trabajo no logra realizarse, el principal perjudicado es el usuario”, destacó el dirigente gremial.

Tiempo atrás el gremio había logrado que se reactivaran los llamados a concursos públicos para el ingreso a distintos cargos, pero recientemente, a partir de una “impugnación carente de sentido” del secretario de Relaciones Laborales, dichos concursos quedaron “suspendidos totalmente”.

El resultado está a la vista. Si un trabajador se encuentra de licencia o bien dejó su cargo por distintos motivos, y el mismo no se cubre en el mediano plazo, los principales damnificados son los docentes y alumnos de las distintas facultades de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

PARO SIN RESPUESTAS

El cese de actividades llevado a cabo sobre el cierre de esta semana apuntó a trasmitirles las inquietudes antes señaladas a las autoridades del Rectorado. Sin embargo, “la medida no tuvo respuestas”, indicaron fuentes de APU.

La falta de diálogo es, hoy por hoy, uno de los principales obstáculos. “No acceden a comunicarse con nosotros”, señaló el secretario de prensa del gremio en relación a la postura del rector Francisco Morea.

“Ahora últimamente empezaron a retrasarse las negociaciones paritarias y ya directamente no nos quieren dar reuniones de paritarias. No nos atienden el teléfono y se niegan a atendernos cuando vamos a sus oficinas”, apuntó Barral.

48 HORAS MÁS

El próximo lunes al mediodía la Asociación del Personal de la Universidad llevará a cabo una nueva asamblea para definir los próximos pasos del plan de lucha. No obstante, ya se acordó que habrá un nuevo paro por 48 horas entre el jueves y el viernes.

Al igual que esta semana, a partir del próximo jueves el gremio abrirá una nueva instancia de reclamo que incluirá movilizaciones, según precisaron fuentes de APU.

SERVICIOS RESENTIDOS

El impacto de las demoras en la renovación de personal de la universidad fue percibiéndose con mayor intensidad en lo cotidiano a lo largo de los últimos meses.

Divisiones sin atención al público, oficinas inactivas y recargo de tareas sobre los demás trabajadores, son tan solo algunos ejemplos. En la Facultad de Humanidades, por ejemplo, el Departamento de Alumnos se ve imposibilitado de atender a los estudiantes debido a que el personal vigente debió abocarse a otros quehaceres internos.

Al quedar puestos vacantes que la Universidad no se encarga de cubrir, “se recarga el trabajo del personal” y “algunas áreas quedan sin atención al público”, señalaron fuentes de APU.

Para sobrellevar estas falencias, los empleados “ponen un plus en su trabajo”, pero cuando ya ese esfuerzo no alcanza, “queda suspendida la atención en ventanilla” y entonces los servicios “quedan resentidos”. El problema, naturalmente, impacta sobre la actividad docente y la formación de los alumnos, y también sobre los trabajadores al frente de los cargos vigentes.

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