
Otra escuela sin clases. Otra escuela a la que las soluciones no llegan. Se trata de la Primaria 46 y la Secundaria 65 que funcionan en el mismo edificio, más el Jardín de Infantes 918 que está a unos metros. El problema es el gas: haces unas semanas explotó un termotanque. Los estudios realizados dieron cuentan de “riesgo en la habitabilidad de edificio”. Así el miércoles 28 de agosto se suspendieron las clases. Y hasta este miércoles todo seguía igual. Por eso los padres decidieron movilizarse y cortaron la ruta 226. El reclamo fue muy simple: “Que los chicos puedan ir a la escuela”.
En el paraje Gloria de la Peregrina funcionan cuatro escuelas en un mismo edificio: la Primaria 46, la secundaria 65 y dos nocturnas a las que concurren adultos para completar su nivel primario y secundario. En un edificio contiguo se encuentra el Jardín de Infantes 918. La matrícula, en total, supera ampliamente los 500 alumnos.
Los problemas no son nuevos. El 23 de mayo se registró una explosión en la cocina de la escuela. El 7 de agosto una auxiliar resultó herida cuando explotó un calefón en el Jardín. A partir del último hecho los docentes advirtieron que se habían enviado al Consejo Escolar notas pidiendo el arreglo o el mantenimiento del termotanque, exactamente desde hacía un año atrás, pero no llegaron las soluciones.
Pasado ese episodio, concurrieron gasistas enviados por el Consejo Escolar que realizaron algunos arreglos como el del termotanque ya que sólo presentaba “falta de limpieza o mantenimiento”.
Sin embargo, según explicó la vicedirectora de la escuela primaria, Laura Giménez, el personal que concurrió la semana pasada para controlar la situación les comunicó que “había riesgo en la habitabilidad de edificio”, a partir de pérdidas de gas. Así fue como el miércoles 28 decidieron suspender las clases. Días antes, el Jardín ya había tenido días sin actividad producto del mismo inconveniente.
“Tuvimos una reunión pero hasta ahora no ha venido nadie”, manifestó la docente, quien comentó que desde la institución propusieron “que corten el gas en su totalidad para poder seguir dando clases aunque sea con horario reducido”.
La comunidad educativa no dejó pasar mucho tiempo -hay escuelas, por ejemplo, que no tienen clases desde hace dos meses- para comenzar a protestar. Este miércoles durante la tarde decidieron cortar la ruta 226 en el kilómetro 20,5.
Silvia es madre de dos chicos que concurren a la institución. “Estamos pidiendo soluciones. Estamos sin clases y sin comedor”, dijo y expresó: “La necesidad principal es que los chicos puedan ir a la escuela”.
Silvia reclamó, como todos los padres, alumnos y docentes presentes, “una inspección urgente sobre los artefactos de gas”. También pidió “que no nos manden cosas usadas” y se quejó: “Da mucha bronca que no se nos escuchen”.
Además de los problemas con el gas, la institución presenta otros inconvenientes: el edificio no cuenta con salidas de emergencias y tiene dos pozos ciegos sin tapar.
Consejo Escolar: “Arreglaron todo”
Para las autoridades del Consejo Escolar, la realidad no es la que manifiestan directivos, docentes, auxiliares, padres y alumnos. Su presidente, José Ignacio Arbanessi, aseguró en diálogo con El Atlántico que “fueron dos gasistas” tras la explosión del 7 de agosto y “arreglaron todo”. Además, sostuvo que la suspensión de clases no fue del Consejo sino “de las autoridades y de los padres”.
Arbanessi negó buena parte de los reclamos hechos por la comunidad educativa, al igual que lo había hecho días atrás con otra institución que también presenta problemas.
En este caso señaló que fueron enviados dos gasistas que “arreglaron todo”. “Dejaron el calefón que había explotado la otra vez en funcionamiento porque andaba bien, sólo hubo que hacerle una limpieza”, estableció.
De todas maneras, indicó que “en estos días” se hará “una prueba para medir si hay pérdida de gas o no”. Y advirtió que “hay que hacer planos y demás cuestiones que van a llevar varios días”.
Consultado sobre si mientras eso se llevaba a cabo había una alternativa para que los chicos reciban clases, decidió tomar una posición que ya había manifestado en otro caso: trasladar la responsabilidad a las autoridades de la escuela. “La suspensión de las clases la determinó la propia comunidad, es una decisión de la escuela y de los padres”, dijo y completó: “El gasista nos dijo que se puede seguir con las clases”.
Arbanessi se había manifestado en el mismo sentido en el caso de la Secundaria 41 de Punta Mogotes que no tiene clases hace dos meses por “peligro de derrumbe” En esa oportunidad había asegurado: “No hay ningún tipo de peligro” y aclaró que ellos no habían resuelto la suspensión de las clases.
“Tiene que haber un arreglo integral”
El viernes pasado autoridades de las escuelas se reunieron junto al gremio Suteba con la Inspectora Jefa Distrital, María Carmen Id, y con la tesorera del Consejo Escolar, Claudia Tramontana.“Planteamos que en ese complejo educativo tiene que haber un arreglo integral porque lo que utilizan es gas embasado, porque no hay gas natural en la zona. Y no tienen adaptadas las salidas de los artefactos a ese sistema”, explicó el secretario general de Suteba, Gustavo Santos Ibáñez.
En ese encuentro fue cuando formalmente se decidió que las instituciones de la Gloria de la Peregrina“suspendan las clases hasta tanto sean atendidos los reclamos por pérdidas de gas y mala disposición de los termotanques, que ocasionaron en ambas instituciones explosiones que costaron quemaduras en una auxiliar y aturdimiento en otro”.
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