domingo, 6 de octubre de 2013

Miramar bajo una intensa tormenta de granizo.

Ayer, pasadas las 14 el cielo se presentaba cubierto con algunos pocos destellos de sol pero de repente todo se oscureció, se originó una fuerte tormenta que retumbó en todos los rincones de la ciudad y rápidamente dio comienzo en una granizada de importantes dimensiones en Miramar.


Con el correr de los minutos, las piedras de grandes dimensiones comenzaron a caer en gran cantidad generando que playas, calles, parques, jardines, el campo de golf local y plazas se cubran con trozos de hielo, ante la sorpresa de la comunidad, ya que no se había pronosticado este tipo de fenómeno. 

Al momento de la granizada cuando muchos se encontraban ya de sobremesa sabatina, la temperatura no superaba los 13 grados y el viento soplaba del oeste, mientras la mañana el clima presentó algunas neblinas, luego sol y cerca de las 11 la tormenta empezó a merodear para luego culminar con el manto blanco de hielo.

El fenómeno meteorológico que se dio lugar en esta localidad de la costa bonaerense, generó un caos lógico sobre todo en aquellos que se trasladaban en diferentes medios o tenían sus vehículos en la vía pública a quienes no les quedó otra que buscar rápidamente reparo en distintos sitios, garajes particulares y cocheras.

Por su parte, muchos observaban desde las ventanas de sus hogares y rápidamente emitieron sus sensaciones en internet. "A guardar los autos..." o "Sorpresa por el tamaño de las piedras" fueron las frases que circularon por las redes sociales por parte de los habitantes de la ciudad para compartir fotos de la caída del granizo.

Complicaciones

Cabe señalar que la tormenta derivó en otras cuestiones que complicaron por algunas horas a los miramarenses ya que hubo repetidos cortes de luz, especialmente en la periferia que fueron restableciéndose paulatinamente con el correr de la jornada

El Servicio Meteorológico Nacional no había pronosticado esta situación, pero luego dio a conocer un parte donde anticipó que Miramar tendría nubosidad variable, probabilidades de chaparrones, y temperaturas máximas que alcanzarían los 20 y 22 grados.

Por la tarde noche, ya no quedaban vestigios de piedras pero permanecía una tormenta amenazante con persistentes lluvias.

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