martes, 29 de octubre de 2013

Se hizo un relevamiento a 700 trabajadores del pescado y el 70% estaba en negro.

Así se desprende de las actas de infracción que labraron los agentes de los ministerios de Trabajo de Nación y Provincia contra varias empresas dedicadas al salado, todas en plena zafra de anchoa.


“Los controles se realizaron en el marco de un convenio firmado por la CGT para ir por la registración laboral en distintas actividades productivas de la ciudad. Desde el Soip pedimos hacer las fiscalizaciones y trabajamos toda la semana pasada junto a los inspectores para entrar en plantas donde sabíamos que los trabajadores no están debidamente registrados”, explicó Ledesma.

Según detalló, en los dos días en que Nación ejecutó sus inspecciones se fiscalizaron ocho plantas y500 obreros. El 75% de ellos estaba en negro. Cuando Provincia lideró los controles, los resultados no fueron muy distintos: cinco conserveras constatadas, 200 empleados fiscalizados y el 70% del personal precarizado.

“Los números son los mismos de siempre, pero no dejan de ser escandalosos. La gente que trabaja en la conserva suele ser temporaria, por lo que dura la zafra. Entonces, como mínimo, queremos la registración temporaria”, señaló Ledesma, sobre los objetivos de los controles ministeriales.

“El mecanismo para lograr la registración, en esta cultura empresaria de no registrar, es infraccionar, que acumulen multas y que luego les convenga sentarse a negociar el blanqueo, por un lado, y la reducción de las multas, por otro”, sintetizó la secretaria general del Soip cuando reconoció su estrategia.
Por último, y como dato a destacar, Ledesma advirtió que varias de las empresas inspeccionadas por la Provincia, entre el jueves y viernes pasado, están radicadas dentro del Parque Industrial. “Hay como seis o siete firmas y nosotros sabemos que sólo una, Gil Comes, tiene unos 20 trabajadores en blanco. El resto, en negro”, denunció la dirigente.

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